¿solo aspectos aislados?
No está de más reiterar que sólo estoy tomando aspectos aislados con el objetivo de hacer un paralelo con los estudios psicológicos. Una excelente combinación para una mente original y, a la vez práctica, metódica, concreta, sería la existencia de una buena triangulación de aspectos entre Mercurio-Satumo-Urano.
Por ser Saturno el planeta de la disciplina, del método, su influencia sobre Mercurio tiende a damos una mente con esas características. Si la influencia saturnina predominara sobre la mer-curiana tendríamos, por el contrario, una mente pesimista, lenta, esquemática y rígida. De igual forma es posible ir estudiando la combinación de las energías mercurianas con el resto de los planetas, cada uno de los cuales tenderá a impregnar con sus características propias la expresión de la mente. Pero además, debemos agregar otros elementos.
Con Nigno que se encuentra en la cúspide de la Casa III (la Casa ti# In monte concreta, comunicaciones, etc.), nos proporcionará datos adicionales sobre el mismo tema. Tampoco deberemos perder de vista el planeta regente del signo sobre dicha cúspide; su influencia por Casa, aspectos, etc. Por último: deberemos considerar la posible existencia de planetas en la Casa III. Este hecho es
Símilmente importante, pues en tal caso habrá una definida in-ii» ni ia del mismo; por ejemplo: la presencia de Urano en dicha IStNN ya de por sí asegura una mente con inquietudes e iniciativas personales, aún cuando no esté en aspecto con Mercurio.
A su vez, Júpiter en Casa III puede indicarnos una mente hábilmente dispuesta para el estudio y manejo de distintos idiomas.
¿Cómo detectar una mente ágil, «brillante» o, como suele decir muy comúnmente, una persona que sobresale por su «inteligencia»? En primer lugar tendríamos que especificar que, a través ilc la Carta Natal, podemos determinar hacia qué áreas o actividadades y orienta en dicha capacidad.
por ejemplo, no es lo mismo una mente lúcida para las ciencias emu las, que aquella otra que puede sobresalir en temas filosófico*, místicos, etc.; incluso, podemos señalar mentes originales que apuntan su capacidad dentro del ámbito de tareas rutinarias mientras que otras lo hacen con temas abstractos.
En estas disposiciones y aspectos planetarios son los que se han llamado en Psicología como «predisposiciones innatas», o bien «aptitudes», a modo de una suerte de herencia que, al día de hoy, con el enfoque dogmático de la ciencia, se explicará por una afortunada combinación de genes. En Psicoastrología, y mediante la i ai ta Natal, sabemos que tales condiciones no son algo meramente fortuito o al azar.
Sería posible continuar con innumerables combinaciones, que nos irían explicando los aspectos sobresalientes que encontramos en la expresión de nuestras mentes. Pero creo que será más ilustrativo el agregar ciertos ejemplos concretos al final de este capítulo. Son casos tomados en la práctica de consultorio y, la mayoría de ellos, corroborados con la toma de tests.
Antes de pasar a los ejemplos quisiera tocar, aunque sea brevemente, el tema de las emociones. El mismo está simbolizado principalmente por la Luna, que es el centro de energías que controla nuestras reacciones inconscientes. También representa la figura femenina, especialmente la madre o las mujeres mayores.
En forma similar a la manera en que hemos procedido con el estudio del Sol, para la Luna deberemos abocarnos a estudiar su posición por signo y por Casa. El signo, en particular, nos proporcionará la connotación básica de las emociones ya que cada signo está asociado a uno de los cuatros elementos: agua, aire, tierra, fuego. Una Luna en signo de agua, por ejemplo, nos estará indicando una persona cuya emotividad es vivida en forma muy intensa, profunda, tal vez algo compleja, muy sensible y receptiva, que por momentos puede volverse turbulenta.
Por ser Saturno el planeta de la disciplina, del método, su influencia sobre Mercurio tiende a damos una mente con esas características. Si la influencia saturnina predominara sobre la mer-curiana tendríamos, por el contrario, una mente pesimista, lenta, esquemática y rígida. De igual forma es posible ir estudiando la combinación de las energías mercurianas con el resto de los planetas, cada uno de los cuales tenderá a impregnar con sus características propias la expresión de la mente. Pero además, debemos agregar otros elementos.
Con Nigno que se encuentra en la cúspide de la Casa III (la Casa ti# In monte concreta, comunicaciones, etc.), nos proporcionará datos adicionales sobre el mismo tema. Tampoco deberemos perder de vista el planeta regente del signo sobre dicha cúspide; su influencia por Casa, aspectos, etc. Por último: deberemos considerar la posible existencia de planetas en la Casa III. Este hecho es
Símilmente importante, pues en tal caso habrá una definida in-ii» ni ia del mismo; por ejemplo: la presencia de Urano en dicha IStNN ya de por sí asegura una mente con inquietudes e iniciativas personales, aún cuando no esté en aspecto con Mercurio.
A su vez, Júpiter en Casa III puede indicarnos una mente hábilmente dispuesta para el estudio y manejo de distintos idiomas.
¿Cómo detectar una mente ágil, «brillante» o, como suele decir muy comúnmente, una persona que sobresale por su «inteligencia»? En primer lugar tendríamos que especificar que, a través ilc la Carta Natal, podemos determinar hacia qué áreas o actividadades y orienta en dicha capacidad.
por ejemplo, no es lo mismo una mente lúcida para las ciencias emu las, que aquella otra que puede sobresalir en temas filosófico*, místicos, etc.; incluso, podemos señalar mentes originales que apuntan su capacidad dentro del ámbito de tareas rutinarias mientras que otras lo hacen con temas abstractos.
En estas disposiciones y aspectos planetarios son los que se han llamado en Psicología como «predisposiciones innatas», o bien «aptitudes», a modo de una suerte de herencia que, al día de hoy, con el enfoque dogmático de la ciencia, se explicará por una afortunada combinación de genes. En Psicoastrología, y mediante la i ai ta Natal, sabemos que tales condiciones no son algo meramente fortuito o al azar.
Sería posible continuar con innumerables combinaciones, que nos irían explicando los aspectos sobresalientes que encontramos en la expresión de nuestras mentes. Pero creo que será más ilustrativo el agregar ciertos ejemplos concretos al final de este capítulo. Son casos tomados en la práctica de consultorio y, la mayoría de ellos, corroborados con la toma de tests.
Antes de pasar a los ejemplos quisiera tocar, aunque sea brevemente, el tema de las emociones. El mismo está simbolizado principalmente por la Luna, que es el centro de energías que controla nuestras reacciones inconscientes. También representa la figura femenina, especialmente la madre o las mujeres mayores.
En forma similar a la manera en que hemos procedido con el estudio del Sol, para la Luna deberemos abocarnos a estudiar su posición por signo y por Casa. El signo, en particular, nos proporcionará la connotación básica de las emociones ya que cada signo está asociado a uno de los cuatros elementos: agua, aire, tierra, fuego. Una Luna en signo de agua, por ejemplo, nos estará indicando una persona cuya emotividad es vivida en forma muy intensa, profunda, tal vez algo compleja, muy sensible y receptiva, que por momentos puede volverse turbulenta.