El papel del cuerpo en la astrologia
El cuerpo humano juega un papel fundamental en este proceso de nuestra identidad. Es a través del mismo, que comenzaramos a reconocernos: nuestras manos, nuestros brazos, nuestro Mitro, el timbre particular de nuestra voz, etc., nos ayudará a que-uní ti u mos a esa forma física, nuestro Ser esencial identificado ?Con un nombre.Sean cuáles serán los intereses primordiales y las aptitudes básicas que estarían asociadas a ese Yo?
Podrá descubrir este potencial la Psicología, ha desarrollado una serie de pruebas o tests que apuntan, precisamente, a reconocer tan características. Para ello, es preciso realizar una serie de entrevólas con la persona, formularle algunas preguntas o precisiones mil no sus inquietudes o expectativas en particular, a fin de reunir lit mayor cantidad de material posible. En astrología es posible rsttli/.ar un estudio similar usando para ello el simbolismo del Sol imi lorma muy específica y considerando, además, toda la Carta Nidal en su conjunto..
lista luminaria está asociada en una Carta Natal, a la expresión del Yo, al principio de individuación que nos permite inferir lo que la persona está intentando conseguir. Sobre este particular, Eloy Dumon, dice respecto del simbolismo del Sol en Astrología:
«El poder de integración de si mismo; la totalidad del ser; el pnneipio de individualización. Es la vitalidad, la expresión más intima del yo. El Sol representa al ego, a la individualidad....», pág. 35 de la obra citada anteriormente.
Por otra parte, más allá de que se acepte o no a la Astrología, indos reconocemos en el Sol el principio unificador e integrador de todo el sistema. De más está repetir que sin él, no habría posibilidad de vida.
Otro célebre astrólogo Inglés de principios de siglo, Alan Leo, en su libro Cómo se juzga una Natividad, dice sobre este tema:
1. El primero de estos centros es EL SOL, tomado según el signo zodiacal en que estuvo colocado en el momento del nacimiento. Representa la individualidad o el alma del hombre, des-piovista de todas las fases y estados de ánimo externos y efímeros. Corresponde en su más alta interpretación a la base misma de naturaleza, al sentido mismo de la existencia, sobre la cual se edifica aquella idea de Yo soy yo que constituye la raíz de la individualidad», pág. 109; Ed. Edicomunicación, 1986; Barcelona.
Nosotros podemos agregar que este Yo, para el cual la Psicología sostiene la necesidad de un proceso antes de su formación, hace referencia básicamente, a la identidad propia del alma, de la Mónada, que la adquiere desde el momento mismo en que sale del seno Divino a fin de comenzar su trabajo evolutivo.
Es en ese preciso instante en el que cada uno de nosotros asume su individualidad, su Nombre propio (Nombre Místico que no necesariamente coincide con el que tiene en cada encamación), inalterable e inmodificable en las sucesivas etapas por las que deberá pasar, y que no es sino el hilo unificador de todas las experiencias vividas que ayudan al alma en su progreso interior.
Podrá descubrir este potencial la Psicología, ha desarrollado una serie de pruebas o tests que apuntan, precisamente, a reconocer tan características. Para ello, es preciso realizar una serie de entrevólas con la persona, formularle algunas preguntas o precisiones mil no sus inquietudes o expectativas en particular, a fin de reunir lit mayor cantidad de material posible. En astrología es posible rsttli/.ar un estudio similar usando para ello el simbolismo del Sol imi lorma muy específica y considerando, además, toda la Carta Nidal en su conjunto..
lista luminaria está asociada en una Carta Natal, a la expresión del Yo, al principio de individuación que nos permite inferir lo que la persona está intentando conseguir. Sobre este particular, Eloy Dumon, dice respecto del simbolismo del Sol en Astrología:
«El poder de integración de si mismo; la totalidad del ser; el pnneipio de individualización. Es la vitalidad, la expresión más intima del yo. El Sol representa al ego, a la individualidad....», pág. 35 de la obra citada anteriormente.
Por otra parte, más allá de que se acepte o no a la Astrología, indos reconocemos en el Sol el principio unificador e integrador de todo el sistema. De más está repetir que sin él, no habría posibilidad de vida.
Otro célebre astrólogo Inglés de principios de siglo, Alan Leo, en su libro Cómo se juzga una Natividad, dice sobre este tema:
1. El primero de estos centros es EL SOL, tomado según el signo zodiacal en que estuvo colocado en el momento del nacimiento. Representa la individualidad o el alma del hombre, des-piovista de todas las fases y estados de ánimo externos y efímeros. Corresponde en su más alta interpretación a la base misma de naturaleza, al sentido mismo de la existencia, sobre la cual se edifica aquella idea de Yo soy yo que constituye la raíz de la individualidad», pág. 109; Ed. Edicomunicación, 1986; Barcelona.
Nosotros podemos agregar que este Yo, para el cual la Psicología sostiene la necesidad de un proceso antes de su formación, hace referencia básicamente, a la identidad propia del alma, de la Mónada, que la adquiere desde el momento mismo en que sale del seno Divino a fin de comenzar su trabajo evolutivo.
Es en ese preciso instante en el que cada uno de nosotros asume su individualidad, su Nombre propio (Nombre Místico que no necesariamente coincide con el que tiene en cada encamación), inalterable e inmodificable en las sucesivas etapas por las que deberá pasar, y que no es sino el hilo unificador de todas las experiencias vividas que ayudan al alma en su progreso interior.